4to A y 4to B –
Escritura Académica - Prof. Juan Martín
Leal
A
partir de las distintas características que se dan en la Escritura Académica,
vamos a analizar el resumen explicativo. Este tipo de ejercicio académico
consiste en algo más que la realización de un resumen. Consiste en la
jerarquización de las ideas (reconocer cuales son las principales) la relación
de esas ideas desde un punto de vista coherente y cohesionado y la escritura de
toda esta información.
El resumen es el tipo textual utilizado cuando se presentan las ideas
de otros autores ya sea para incluirlas dentro de un escrito mayor o con fines
de estudio. El resumen tiene como objetivo principal la sinopsis de un texto de
modo que implica la reelaboración del contenido, siguiendo la estructura dada
por el autor del original pero expresado con el vocabulario del autor del
resumen
Las tramas textuales utilizadas
son la descriptiva y la expositiva. En menor medida, se encuentra presente la
argumentación, solo cuando se expone un argumento del texto original.
La
extensión del resumen depende tanto de la extensión del texto original como del
objetivo que persiga el autor del resumen y de las posibles indicaciones que
haya recibido para hacerlo.
Actividad:
Realizar un pequeño resumen del siguiente texto, siguiendo los siguientes pasos
1) Lectura general del texto (Lectura
rápida para saber de qué se trata).
2) Lectura pormenorizada de cada párrafo
(Lectura más detallada para poder conceptualizar la idea de cada párrafo. Poner
una oración de cada párrafo o un título como anotación al margen).
3)
Jerarquización de Ideas (distinguir
entre ideas principales y secundarias, mediante el subrayado del texto).
4)
Escritura del Resumen (Recopilación
de los datos brindados por las anotaciones marginales, ideas principales y las secundarias, en forma de texto escrito)
5)
Revisión y corrección de errores
(Leer el trabajo final buscando incongruencias en la redacción, en los tiempos
verbales utilizados, en el género y en
el uso del singular o el plural)
Texto:
Transformaciones
económicas de los pueblos de Pampa y Patagonia en el siglo XVII
El uso de ganados
europeos por los indígenas, particularmente caballos, se basó, durante la mayor
parte del siglo XVII, en el aprovechamiento del numeroso ganado “cimarrón”cuya
reproducción en la llanura pampeana fue muy rápida pues la zona disponía de
alimento abundante y carecía de especies competidoras y de grandes
depredadores. Además, siendo la población nativa poco numerosa su presión sobre
tal recurso no debió ser muy fuerte. La mayor demanda de animales provenía, en
esa etapa, de las tierras trasandinas, donde los indígenas locales requerían
cada vez más caballos en sus guerras con las autoridades coloniales, situación
que preocupaba seriamente.
Pero, sabemos hoy, el
proceso fue más complejo y afectó todos los aspectos de la vida de las bandas
de cazadores-recolectores que ocupaban la región. En el campo económico, aquel
sobre el cual tenemos más información, el impacto se manifestó en la adopción
por los indígenas de un amplio conjunto de bienes, costumbres y prácticas de
origen europeo y, fundamentalmente, en el desarrollo de una nueva organización
de la economía. Estos cambios se reflejaron, más tarde, en profundas
transformaciones en la organización social y política, en las expresiones
simbólicas, en las creencias y en los rituales.
El
caballo, sin duda el más importante de esos bienes, tuvo amplia aceptación
entre los indígenas quienes, ya a comienzos del siglo XVII, lo montaban con
habilidad y destreza. Los equinos ampliaron las posibilidades de carga y
desplazamiento y modificaron las formas de obtener el alimento permitiendo la
realización de grandes cacerías, las "boleadas".2 Enriquecieron la
dieta, ya que el caballo, y especialmente las yeguas, se convirtieron en el
alimento predilecto y, gracias al caballo, los productos de la caza eran más
fáciles de conseguir. Proporcionaban además a los artesanos importantes
materias primas, como el cuero, las cerdas y crines, los nervios y tendones y
los huesos. El caballo se convirtió pronto en preciado artículo de trueque,
adquirió un alto valor simbólico, se incorporó a las ceremonias fundamentales
de la vida social y ritual y fue usado más tarde como medida de valor en los
intercambios.
Al mismo tiempo que
se incorporaban estos bienes a la vida indígena, se operaban cambios profundos
en la organización de la economía. En efecto, el uso y la necesidad de bienes
europeos fue en aumento y los indígenas de aficionaron pronto a ellos hasta el
punto en que muchos se volvieron imprescindibles. Pero sólo algunos de esos
bienes podían obtenerse o fabricarse en el territorio indígena o ser
sustituidos por otros similares. El resto debían conseguirlos mediante
intercambios con los “cristianos” –o huincas, como los llamaban los
nativos– o, para los grupos alejados de las fronteras, por trueque con otros
indígenas que actuaban de intermediarios.
El resultado fue la
formación de una extensa red de circulación que vinculaba a las distintas
regiones del territorio indígena y a éste en su conjunto con las áreas
controladas por los hispano criollos, acentuando la dependencia de cada grupo
respecto de los otros y de la sociedad blanca y estimulando entre los indígenas
la obtención o producción de bienes estimados en el mundo hispano criollo a fin
de canjearlos en las fronteras. Esa red de circulación, y la estructura de
intercambios a larga distancia que a partir de ella se organizó, articularon
los distintos espacios económicos del mundo indígena, estimulando en cada uno
de ellos procesos específicos orientados al sostén y mantenimiento de esa red.
Se manifestó entonces una tendencia a la especialización económica allí donde
la disponibilidad de recursos valiosos lo permitía.
Tales
fueron los casos de la extracción y comercialización de sal por los pehuenche,
del impulso que recibió la producción textil entre los pueblos de la Araucanía,
del vuelco a actividades pastoriles intensivas entre los grupos del sur
bonaerense o entre los pehuenche, de la captura de animales salvajes o
alzados allí donde éstos todavía abundaban, o la intensificación de la
obtención y procesamiento de pieles de guanaco y plumas de ñandú por parte de
los tehuelche meridionales. La conexión de estas actividades económicas
con la circulación mercantil, dieron un nuevo carácter a la economía indígena
cuando la producción dejó de estar limitada a los bienes de uso para incluir
bienes de cambio, esto es, destinados al intercambio.
IMPORTANTE:
Entregar la actividad a mi mail: jmlpoty@gmail.com
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